“La hora del cuento” es un término
muy extendido para referirse al momento de transmitir literatura a los niños. Dependiendo
del colegio o la escuela infantil, se introduce dentro del historial académico.
La hora del cuento no puede compatibilizarse con los rincones, es decir, no
puede hacerse separado en grupos, por turnos ni tiempos, es una hora para
todos y que hace referencia al momento de contar historias a todos los niños
del aula.
“Para definir de manera general y
breve mi concepto actual de La Hora del Cuento , diría que se
trata de una acción de sensibilización y formación de públicos : tanto un
público lector como tantos públicos sean posibles para otras artes y espacios.
Ya más explícitamente, concretaría
que se trata de una experiencia con el cuento narrado de viva voz como
eje central, para su disfrute como hecho artístico en favor de la
promoción de la lectura y otras formas del arte y la cultura , el
desarrollo de la comunicación y la creación de valores éticos y estéticos, que
incluye, además, otras maneras expresivas de la comunicación oral tradicional,
tales como la conversación, el relato de anécdotas, adivinanzas, trabalenguas,
refranes, juegos de palabras y juegos participativos.”
Ric. Red internacional de
cuentacuentos. La hora del cuento por Mayra Navarro.http://www.cuentacuentos.eu/teorica/articulos/MayraNavarroLahoradelcuento.htm)
“La Hora del Cuento: Es una actividad
regular y programada, destinada a despertar tempranamente el interés por los
libros y el tesoro de la imaginación en los/las niños/as del Nivel Inicial y
del Primer Ciclo del Nivel Básico. Consiste en la lectura, en voz alta,
de cuentos infantiles de reconocidos valores universales y nacionales
para el debate y la recreación de los textos leídos y estimular la imaginación
y la creatividad de los/las estudiantes.”
Como dice la definición, es un
momento para trabajar en el aula con los cuentos y para despertar el interés de
los niños por los libros y la lectura. Sin embargo, la hora del cuento, no
consiste sólo en la lectura de cuentos en voz alta. En este tema vamos a hablar
de cómo se debe interactuar con el niño antes, durante y después del cuento,
además de los tipos de transmisión de la lectura y cómo llevar a cabo cada una.
Nos vamos a centrar en el cuentacuentos, la narración con libro y la lectura.
2- IMPORTANCIA DE LA HORA DEL CUENTO
Lo primero que debemos saber es la
importancia que tiene la hora del cuento y qué es lo que se trabaja transmitiendo
literatura de forma oral a los niños.
- El desarrollo de la imaginación: Da igual si la hora del cuento se va apoyar en imágenes o no. En cualquiera de los casos, es un momento para compartir historias y la imaginación es la principal protagonista.
- El desarrollo del lenguaje: Aquí entra el lenguaje oral en sentido morfosintáctico porque aprende frases y oraciones estructuradas. Escuchar hablar al adulto les ayuda a incorporar el lenguaje, además en los cuentos se pueden añadir palabras nuevas. El/la maestro/a debe hablar a conciencia de forma correcta.
- El gusto por la literatura y por aprender a leer libros: Desarrollan el gusto por la literatura y por los libros. En la LOE aparece que se debe fomentar su interés y tienen que aprender a cuidarlos. El interés por leer se desarrollará más en los cuentacuentos con libro, que les incita a quererlo y desean poder aprender a leerse el cuento. En la etapa de Infantil, los niños quieren aprenderlo todo.
- Capacidad de atención: Desarrolla la capacidad de atención porque escuchar un cuento lo requiere. No se puede poner hincapié en que el niño aprenda todo y que se quede con todos los detalles del cuento. Dependerá de la edad, el tipo de cuento y la persona que se lo cuenta.
- Transmisión de valores y enseñanzas: Se produce una transmisión de valores pero el objetivo principal de la literatura es el arte, es para disfrutar. Cuando estemos buscando la transmisión de valores estaremos hablando de paraliteratura. Si nosotros le contamos el libro para enseñarle algo, aunque el cuento sea literario, lo estamos convirtiendo en paraliterario. Debemos tener muy clara cuál es la intención que tenemos al contar el cuento.
Si, por ejemplo, viésemos que se presenta una discusión en clase entre un niño negro y otro blanco por el color de la piel, como no podemos abordar el tema del racismo como tal a esa edad, podemos buscar un cuento que narre una historia sobre ello y podemos aprovecharlo para trabajar el problema. En este caso, estaríamos trabajando paraliteratura. En sentido literario, el niño aprende valores (aspectos de los personajes), en la medida en que ha interiorizado detalles del cuento que, para él, han sido significativos mientras disfruta de la lectura.
- Relación con conocimientos y experiencias: Este tipo de relación, si la planteamos nosotros, estamos trabajando en sentido paraliterario. La relación entre los contenidos y las experiencias dependerá de si las preguntas las hacemos a modo de introducción, para que se metan en la historia o si queremos que lo relacionen con sus experiencias y vivencias, esta última será paraliteraria. Realmente, en cualquiera de los casos, los niños siempre lo relacionarán con aquellas cosas que conocen de su entorno.
- Desarrollo de la capacidad para memorizar: Esta claro que desarrollan su capacidad memorística pero, aquí entra en juego un tema muy importante, no se deben contar los cuentos a los niños para que se queden con las historias y que luego nos las cuenten ellos. Esta es una mala práctica porque no les estamos contando un cuento de manera gratuita, les estamos pidiendo algo a cambio. Se suele hacer para ver si el niño ha prestado atención y si ha utilizado la memoria pero, realmente, un niño de infantil no se fija en muchos detalles. Son caóticos y, cuanto más pequeños, más caos. Si preguntásemos a un niño sobre la historia, probablemente, nos diría un detalle ínfimo pero no la temática principal. A veces, se quedan con un personaje o con detalles de cosas que les han pasado a ellos mismos. Es, por eso, por lo que piden que les contemos la historia una y otra vez, para comprenderlo e interiorizarlo. Hasta que no han llegado a ese punto, no lo pueden contar. Para ellos, no basta con estar atentos para entenderlo porque no entienden las cosas como nosotros.
- Capacidad para contar con ellos sus historias: El hecho de que nosotros les contemos cuentos favorece que ellos aprendan a contar. A los niños pequeños les encanta contar, simulan leer y nos imitan, nosotros les servimos como modelo.
- Desarrollo del razonamiento lógico: Se favorece su desarrollo simplemente con escuchar las historias porque en las estructuras de los cuentos siempre está la causa-consecuencia. “Si te comportas así…, ocurre esto…”. A veces, un libro que ellos han elegido puede dar opción para sacar un tema. Por ejemplo, la adopción puede dar pie a que hagan preguntas, podemos ofrecer la posibilidad de que pregunten a sus padres o preguntar nosotros cuántos niños hay adoptados…
- El desarrollo de la imaginación: Da igual si la hora del cuento se va apoyar en imágenes o no. En cualquiera de los casos, es un momento para compartir historias y la imaginación es la principal protagonista.
- El desarrollo del lenguaje: Aquí entra el lenguaje oral en sentido morfosintáctico porque aprende frases y oraciones estructuradas. Escuchar hablar al adulto les ayuda a incorporar el lenguaje, además en los cuentos se pueden añadir palabras nuevas. El/la maestro/a debe hablar a conciencia de forma correcta.
- El gusto por la literatura y por aprender a leer libros: Desarrollan el gusto por la literatura y por los libros. En la LOE aparece que se debe fomentar su interés y tienen que aprender a cuidarlos. El interés por leer se desarrollará más en los cuentacuentos con libro, que les incita a quererlo y desean poder aprender a leerse el cuento. En la etapa de Infantil, los niños quieren aprenderlo todo.
- Capacidad de atención: Desarrolla la capacidad de atención porque escuchar un cuento lo requiere. No se puede poner hincapié en que el niño aprenda todo y que se quede con todos los detalles del cuento. Dependerá de la edad, el tipo de cuento y la persona que se lo cuenta.
- Transmisión de valores y enseñanzas: Se produce una transmisión de valores pero el objetivo principal de la literatura es el arte, es para disfrutar. Cuando estemos buscando la transmisión de valores estaremos hablando de paraliteratura. Si nosotros le contamos el libro para enseñarle algo, aunque el cuento sea literario, lo estamos convirtiendo en paraliterario. Debemos tener muy clara cuál es la intención que tenemos al contar el cuento.
Si, por ejemplo, viésemos que se presenta una discusión en clase entre un niño negro y otro blanco por el color de la piel, como no podemos abordar el tema del racismo como tal a esa edad, podemos buscar un cuento que narre una historia sobre ello y podemos aprovecharlo para trabajar el problema. En este caso, estaríamos trabajando paraliteratura. En sentido literario, el niño aprende valores (aspectos de los personajes), en la medida en que ha interiorizado detalles del cuento que, para él, han sido significativos mientras disfruta de la lectura.
- Relación con conocimientos y experiencias: Este tipo de relación, si la planteamos nosotros, estamos trabajando en sentido paraliterario. La relación entre los contenidos y las experiencias dependerá de si las preguntas las hacemos a modo de introducción, para que se metan en la historia o si queremos que lo relacionen con sus experiencias y vivencias, esta última será paraliteraria. Realmente, en cualquiera de los casos, los niños siempre lo relacionarán con aquellas cosas que conocen de su entorno.
- Desarrollo de la capacidad para memorizar: Esta claro que desarrollan su capacidad memorística pero, aquí entra en juego un tema muy importante, no se deben contar los cuentos a los niños para que se queden con las historias y que luego nos las cuenten ellos. Esta es una mala práctica porque no les estamos contando un cuento de manera gratuita, les estamos pidiendo algo a cambio. Se suele hacer para ver si el niño ha prestado atención y si ha utilizado la memoria pero, realmente, un niño de infantil no se fija en muchos detalles. Son caóticos y, cuanto más pequeños, más caos. Si preguntásemos a un niño sobre la historia, probablemente, nos diría un detalle ínfimo pero no la temática principal. A veces, se quedan con un personaje o con detalles de cosas que les han pasado a ellos mismos. Es, por eso, por lo que piden que les contemos la historia una y otra vez, para comprenderlo e interiorizarlo. Hasta que no han llegado a ese punto, no lo pueden contar. Para ellos, no basta con estar atentos para entenderlo porque no entienden las cosas como nosotros.
- Capacidad para contar con ellos sus historias: El hecho de que nosotros les contemos cuentos favorece que ellos aprendan a contar. A los niños pequeños les encanta contar, simulan leer y nos imitan, nosotros les servimos como modelo.
- Desarrollo del razonamiento lógico: Se favorece su desarrollo simplemente con escuchar las historias porque en las estructuras de los cuentos siempre está la causa-consecuencia. “Si te comportas así…, ocurre esto…”. A veces, un libro que ellos han elegido puede dar opción para sacar un tema. Por ejemplo, la adopción puede dar pie a que hagan preguntas, podemos ofrecer la posibilidad de que pregunten a sus padres o preguntar nosotros cuántos niños hay adoptados…
“En ocasiones pensamos que leer es
una obligación, parte de los estudios, y muchas veces una tortura. Sin embargo,
se ha comprobado científicamente que la práctica de la lectura tiene una gran
importancia en el proceso de desarrollo y maduración de los niños […] la
lectura en voz alta de cuentos infantiles es una de las actividades más
importantes que los padres, abuelos o profesores, podemos hacer por nuestros
niños, desde los primeros meses de vida.
Además, un acto tan simple como
leerles historias, generará un vínculo importantísimo con nuestros pequeños,
que no debemos desaprovechar.
Las ventajas de la lectura
Aparte de la información que la
lectura proporciona, hay que tomar en cuenta que esta crea hábitos de
reflexión, análisis, esfuerzo, concentración. Pero también recrea,
alegra, distrae y entretiene. Aquí, les presentamos algunas de las cosas
positivas que aporta la lectura:
- Ayuda
al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje. Mejora la expresión oral y
escrita y hace el lenguaje más fluido. Aumenta el vocabulario y mejora la
ortografía.
- Contribuye
a las relaciones humanas, enriqueciendo los contactos personales.
- Estimula
y satisface la curiosidad intelectual y científica.
- Despierta
aficiones e intereses.
- Favorece
el desarrollo de valores morales, siempre que los libros se seleccionen
adecuadamente, y en eso los padres tenemos mucho trabajo que hacer.”
"Los cuentos, grandes
beneficios
La lectura de los cuentos es una
magnifica herramienta para potenciar el desarrollo intelectual, emocional y
social. Aquí te enumeramos algunas ventajas que encontrarás al leerles cuentos:
1.
Aumentarás el interés por la lectura y los dibujos.
2.
Desarrollarás su capacidad intelectual y de
aprendizaje.
3.
Fomentarás el desarrollo lingüístico y ampliarás su
vocabulario.
4.
Potenciarás su creatividad e imaginación.
5.
Mejorarás su capacidad de concentración.
6.
Desarrollarás su memoria.
7.
Mejorarás su comprensión lectora.
8.
Disfrutaréis y compartiréis maravillosos momentos
juntos.
9.
Enséñale historias didácticas para ayudarle a
encontrar soluciones a los conflictos
10. Aumentarás su
autoestima.
11. Aprenderá a
escuchar con atención.
12. Potenciarás el
dialogo."
3- ELECCIÓN DEL CUENTO
La elección del cuento a narrar es de
gran importancia porque de ello puede depender el éxito del narrador. Debemos
valorar ciertas recomendaciones que nos ayudarán a seleccionar y determinar
cuál cuento podemos contar:
- Tener
en cuenta las características de nuestro público, por ejemplo, la edad de
los oyentes. Esto no significa que un cuento que les guste a niños de edad
preescolar no les guste a niños más grandes.
- Los
cuentos seleccionados y contados a niños de edad preescolar deben
desarrollar la imaginación, la sensibilidad hacia la belleza y la
expresión de la misma. Por eso deben contener belleza ética y estética.
- Es
recomendable que los cuentos contados a niños de primer ciclo sean cortos,
sencillos y de argumento claro. Tal sencillez está determinada por la
brevedad del cuento así como por un vocabulario no complejo.
- Se
debe tener en cuenta la introducción de vocablos o frases nuevas. En este
caso, será necesario hacer aclaraciones inmediatas sobre las palabras o
frases que sean difíciles o desconocidas por los niños. Así entenderán
mejor la narración y tendrán la oportunidad de incorporar estas nuevas
palabras a su léxico.
- Debemos
incluir elementos o estrategias que nos anuncien el desenlace (Pastoriza
de Etchebarne, 1975, pp. 37-39).
- El
tema debe ser interesante para el niño, ya sea porque lo ha elegido éste o
porque el adulto lo considera adecuado.
En conclusión, todo cuento que sea elegido para ser narrado a los pequeños debe ser breve, sencillo, de vocabulario adecuado, desarrollar la belleza poética y estética de la literatura, además de garantizar un momento de disfrute.
(UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE
MÉXICO. ESTRATEGIAS Y DINÁMICAS PARA CONTAR CUENTOS A NIÑOS EN EDAD PREESCOLAR
- 0-1 años: Cuentos breves y con ritmos que se
repiten, tipo rimas o pequeños poemas. Basta con un personaje
- 1 año: Historias sencillas y cercanas. no deben
tener una yrama complicada ni muchos personajes. Se pueden usar temas para
quitar la angustia ante la separación, miedos nocturnos, chupete...
- 2 años: Relatos con enseñanzas. El esquema con
el bueno, el malo y uno o dos intermedios les resulta muy fácil de seguir. Mantienen
la atención entre 5-7minutos.
- 3 años: Historias con sus vivencias. Los personajes,
además de él mismo (ahora le encanta ser el centro), pueden ser niños como
él, objetos cotidianos o animales. Evitar que aparezcan muchos personajes
secundarios . No mantiene la atención mas de 8-9 minutos.
- 4 años:A esta edad, el niño necesita saber que todo
ocurre según lo previsto. Por eso le gusta que las historias sigan un
esquema fijo, sin alteraciones llamativas. Si tiempo de atención
máximo son 10 minutos.
- 5 años: Cuentos imaginativos. El niño se siente
más mayor, mantiene la atención hasta 20 minutos, le gustan las tramas
alegres y con muchas aventuras y le basta con uno o dos personajes
principales y otros tantos secundarios. Además de los fantásticos, le
fascinan los animales y los objetos que cobran vida, ya que su mente aún
no diferencia bien entre fantasía y realidad.
SUGERENCIAS PARA PADRES SOBRE LOS NIÑOS PEQUEÑOS Y LOS LIBROS
Artículo de Luisa Mora
En este artículo, la autora habla de
la importancia que tiene la familia en la introducción de los niños a la
literatura. Deja muy claro que los padres son los responsables de que no se
interesen poe la lectura. Expone que existen investigaciones que demuestran que
los padres desempeñan el papel fundamental a la hora de crear unas bases
(cimientos) y hábitos lectores, y propone que sean mas selectivos a la hora de
escoger los libros, pues éstos serán un elemento educativo para sus hijos.
“No sé qué deseáis
para vuestro hijo ni que esperáis de él, pero tengo la certeza de que se
enfrentará mejor con todas las vicisitudes de la vida si es aficionado a la
lectura. (...) tanto da que sean alegres o tristes porque éstos son el mejor
eslabón que existe para establecer la comunicación. (...) Por otra parte,
no se ha de olvidar que este es un mercado dinámico en el que se imponen las
novedades frente a la reedición de títulos que fueron un hito en su momento y,
a veces, un adulto que ha leído buena literatura infantil cuando era más joven,
solicita en las librerías aquello que le gustó y descubre que está
descatalogado; aún queda la posibilidad de localizarlo en una biblioteca
pública donde además se pueden obtener otras valiosas informaciones: sobre cómo
contar cuentos, qué libros han sido premiados recientemente, cuáles tratan
sobre un tema determinado, etc."
Defiende que es importante que tenga
libros a su alcanze antes de que sepa leer porque aprende a través de su
manipulación. No se debe forzar al niño a que le gusten, sino que hay que saber
seleccionarlos y ponérselos a su alcance. Establece la siguientes características:
A. Libros para bebés de 0-18 meses
La relación con el libro es objetal,
de exploración, de ahí que la frontera entre juguete y libro sea bastante
movediza. La hora de dormir y el baños (cuentos para el agua) resultan
propicios para este encuentro.Deben tener:
- Ilustraciones llenas de colorido y
estimulantes, que desempeñen un papel fundamental y permitan la
interacción entre el niño y el adulto.
- Historias con un texto mínimo que el niño siga
sin perder un ápice de interés.
- Las fotografías de objetos familiares que les
permiten establecer la conexión entre lo impreso y el mundo real.
- Físicamente deben ser de cartón resistente y
seguro, con los bordes redondeados, y pueden estar hechos también de
plástico, de madera o de tela, incluso de diferentes tejidos para que los
diferencie.
- De tamaño manejable, para que los sostengan
solos y pasen las páginas hacia delante o hacia atrás.
B. Libros para niños de 18 meses a 3
años
Comienzan a hacer sus primeros
juicios (hacia los 20 meses) e inician la etapa del lenguaje. Pedirán que les
contemos las historias una y otra vez, por lo que conviene que también les
gusten a los padres, que pronto se las sabrán de memoria. Es interesante que
las palabras y los acontecimientos se repitan para que puedan recordarlos.También
los personajes protagonistas de sus aventuras. De nuevo recogemos unos
criterios de los aspectos que se han de considerar:
- Ilustraciones sugerentes y fotografías para
mirar y hablar de ellas con tu hijo.
- Poesías, canciones y juegos acumulativos para
repetir con un libro delante.
- Existen historias para ocasiones especiales,
como el cambio de pañales, el nacimiento de un hermanito o una fiesta de
cumpleaños, con bastante acción, lenguaje claro y simple, ritmo y buena
proporción entre texto e imagen.
- Las imágenes de objetos cotidianos con un
texto repetitivo permiten presentar el alfabeto y sentar las bases para el
desarrollo de las habilidades de la lectura.
- Variedad de formatos, tamaños y propuestas
gráficas que aumenten su interés por descubrir el mundo de los libros, que
se alargan de 16 a 20 ó 24 páginas.
- Motivar, guiar y afianzar los hábitos lectores
en los niños desde antes de asistir a la escuela, exige prestar atención a
sus experiencias y a las cuestiones que les interesan.
C. Libros para niños de 3 a 5 años
El poder de los libros se consolida
si los niños asisten a una guardería o a la Escuela Infantil donde suele
realizarse la Hora del Cuento o alguna actividad para compartir la experiencia
de la lectura. A esta edad ya están preparados para interpretar un proceso
narrativo más complejo; por eso conviene elegir historias que les diviertan
expresadas con sencillez, sin olvidar que lo sencillo no tiene por qué ser
trivial ni pobre. Debe hablarse con los niños de casi todo, aunque es muy
importante la forma en que uno se exprese, para que ellos escuchen sin perder
la atención:
- Dedica un rato diario a la lectura compartida,
especialmente antes de dormir.
- Muestra antologías y libros de poesías y
recita con tu hijo para que memorice distintas composiciones.
- Escoge, sobre todo, libros con sentido del
humor.
- Anima a tu hijo a seguir las palabras con el
dedo mientras le lees en voz baja.
- Deja que elija los libros que más le gustan y
pregúntale por qué, así le ayudas a desarrollar su habilidad como narrador
y sus propios criterios de selección.
4- CÓMO DEBEMOS COLOCARNOS A LA HORA
DEL CUENTO. ESTRATEGIAS PARA QUE TODOS LO VEAN
“1.- ¿Con cuántos niños conviene leer
a la vez?
El número de niños condiciona la
calidad de la experiencia de la lectura. En este contexto lo ideal es leer con
un máximo de 5 ó 6 niños, para que todos puedan ver bien el libro y sobre todo
las ilustraciones, y que cada uno pueda participar y hacer sus comentarios
sobre el cuento y las imágenes. Se recomienda entonces intentar organizarse
para realizar la lectura con grupos pequeños por lo menos una vez a la semana.
Si el grupo tiene que ser más grande,
se puede trabajar con hasta 15 niños, asegurándose que todos estén sentados de
forma que puedan ver las imágenes fácilmente. En este caso, lo ideal es leer un
libro en formato ampliado y plastificado (láminas). Con grupos muy grandes,
hasta 30, lo recomendable es utilizar diapositivas.”
Lo primero de todo, y un aspecto
importante, si vamos a trabajar durante la hora del cuento, es cómo debemos
colocarnos. La colocación dependerá del número de alumnos. Lo ideal es sentarse
en el suelo a modo de asamblea pero, si no podemos porque no hay espacio
suficiente, nos colocaremos en las sillas del aula. Cuando hay un gran número
de alumnos, se pueden hacer dos círculos concéntricos para facilitar que todos
vean las ilustraciones y que se encuentren cerca del narrador.
Si tenemos que enseñar los
dibujos y éstos son muy pequeños, existen recursos para hacerlos visibles a
todos. Se pueden poner en el cañón del proyector (en el caso de que lo haya)
para que se proyecten a gran escala en la pared, o incluso en el techo. También
podemos escanearlo o fotocopiarlo a mayor tamaño y colocar el texto detrás, de
modo que las imágenes sean más grandes y podamos leerlo sin necesidad dar la
vuelta a los dibujos. Otra opción, es la de levantarse e ir pasando por los
niños. Otra opción, es hacer láminas plastificadas donde aparezcan las
ilustraciones y que éstas vayan pasando por los niños.
Las ideas y recursos que facilitan la
visualización de las imágenes a los niños, y la mayor o menor dificultad en la
lectura del cuento por parte de los adultos, siempre estarán sujetas a la
creatividad del narrador, a su capacidad para hacer que la hora del cuento sea
un momento en el que todos disfruten.
5- RECURSOS Y ESTRATEGIAS PARA
MANTENER EL INTERÉS A LA HORA DEL CUENTO
5.1- RECURSOS:
Una vez colocados, debemos tener en
cuenta qué recursos vamos a utilizar para mantener el interés de los niños en
la narración.
1- Introducción: A la hora de
empezar, lo ideal es hacer una introducción sobre lo que vamos a contar. Las
preguntas iniciales son de motivación. Podemos utilizar el título o el tema
“para abrir boca”, a pesar de que, en esta etapa, no hace mucha falta porque el
cuento les interesa. Es una dinámica que enseña a los niños a hacer hipótesis
antes de leer un cuento. A veces, es una simple presentación para que los niños
se pongan en situación. Ésta puede consistir en hacer preguntas
sobre el título como. Por ejemplo, en el caso de “Amelia quiere un perro”,
podemos preguntar si alguno tiene mascotas, si quieren tener una, qué es lo que
han hecho para conseguir algo que querían… Esta es la manera de hacer
participar a los niños antes de contar.
2- Narración del
cuento: Ahora llega la parte en la que se desarrolla la historia. Aquí,
también podemos hacer que interactúen. En el caso de la intervención entre
medias, ésta dependerá del tipo de cuento y de su extensión. Si es una historia
muy corta, repetitiva o una historia de fórmula no es necesario porque se puede
cortar demasiado si paramos. Sin embargo, si es larga, podemos pararnos para
hacer preguntas como “¿Qué haríais vosotros?”, “¿A que no sabéis qué
llega ahora?”. También están las que cierran el cuento, del tipo “¿Te
ha gustado el cuento?” “¿Qué es lo que más te ha gustado?”.Las preguntas
sobre cómo lo pasan los personajes, cómo lo resolverían ellos o sobre si
quieren saber cómo lo resuelven los protagonistas, ayudan a que se enganchen.
Pueden ser preguntas retóricas o, simplemente, para hacer que los niños hablen.
Se trata de preguntas subjetivas que no incidan mucho en la memoria o pueden
ser, incluso, objetivas pero nunca con la intención de que hagan un resumen o
de que la cuenten ellos mismos tras la primera narración. Como nosotros
contamos el cuento varios días, el resto de las veces sólo tendremos que
recordárselo. Debemos preguntar cuando temamos que la historia está dejando de
tener interés. Las intervenciones, en este caso, las aprenderemos a hacer con
la práctica.
3- Final: La
intervención final consiste en hacer preguntas sobre qué les ha gustado, si les
gustaría hacer lo que el personaje…; para que los niños aprendan que, cuando
leen, una de las cosas más bonitas que pueden hacer, es que se pueden
identificar con el personaje o con ciertos aspectos él. A estas edades, el
comentario de texto tiene que relacionar su vida, o ciertos aspectos, con él.
Como el objetivo de la literatura es el artístico, lo que tenemos que tratar es
lo que nos ha gustado y lo que no. Queremos que aprendan a disfrutar de la
lectura y no buscamos pedirles cuenta sobre si han estado atentos o no. Los
niños prestan atención a aspectos específicos que, concretamente, les interesan,
por eso piden que les repitas, para ir quedándose con el resto. Por lo que no
tiene sentido comprobar si han estado atentos a toda la historia. Lo de hacer
un dibujo está bien pero, si siempre que les contamos un cuento tienen que
hacerlo, es lo mismo que si tienen que hacer una ficha. Se acostumbran a que
después de leer se les examina. Y eso no es disfrute. Por ejemplo, en las
prácticas de Aucouturier los cuentos se usan en sentido paraliterario. Se hace
un dibujo sobre la historia porque se busca un objetivo. Nosotros queremos
trabajar el sentido literario de la literatura, es decir, que sea para disfrute
propio.
El caso del cuento acoge
improvisaciones. Por ejemplo, si contamos una historia sobre una oveja y
apareciera en una esquina una mariposa azul que les ha llamado la atención,
podemos desviarnos hacia la mariposa, siempre que sea eso lo que los despista
del cuento y lo que, realmente, les interesa.
5.2- ESTRATEGIAS:
Uso de recursos lingüísticos
y paralingüísticos que acompañan la narración
El narrador debe poseer ciertos
recursos lingüísticos y paralingüísticos (Moreno Verdulla y Sánchez Vera, 2006,
p. 332).
Recursos lingüísticos: Sirven para dar más
realce a la narración:
- Voz flexible. Es imprescindible que el
narrador posea una voz flexible, que le permita modularla de cualquier forma
para interpretar, diferenciar y dar vida a los distintos personajes que
interpreta o para la reproducción de las onomatopeyas empleadas en la
narración.
- La entonación. Sirve para
determinar los estados de ánimo de los personajes que intervienen en nuestra
narración como la irritabilidad, el cansancio, la felicidad, etcétera.
- Las pausas y los silencios. Le sirven al narrador
para atraer la atención y crear suspense.
- Dicción y modulación. Se
hallan en función del ritmo y la melodía. Tener una buena dicción y modulación
contribuye a que el relato sea claro y comprensible, y que se pueda gozar y
disfrutar.
Es importante resaltar que el
narrador debe aprender a manejar su voz de manera adecuada porque es uno de los
mejores recursos con los que cuenta.
Recursos paralingüísticos: Son los gestos que
acompañan la narración y pueden ser producidos de manera involuntaria o
voluntaria. Tienen la finalidad de aproximar al espectador a aquello que se
quiere expresar, se utilizan para trasmitir ideas y sentimientos (Labrero,
1998, pp. 560-561).
Actitudes que debe tener
poseer un buen narrador
De acuerdo con Dora Paztoriza “Todos
podemos darnos a la tarea de narrar”. Sin embargo, un buen narrador debe poseer
ciertas actitudes que le brindarán la oportunidad de tener mayor éxito en su
narración. Algunas recomendaciones que debe tener en cuenta:
- Humildad: se requiere
de una actitud de sencillez, que nos permita olvidarnos de nosotros mismos y
dar vida a la historia.
- Simpatía y amor: estas dos actitudes de amor y
simpatía del narrador hacia el prójimo le permiten establecer un lazo afectivo
para que se logre una mejor expresión y vinculación.
- Sencillez en la vestimenta: el narrador debe poseer
cierto grado de sencillez en la vestimenta y accesorios que utilice, ya que si
éstos son demasiados llamativos, pueden distraer la atención del público.
- Evitar hacer ademanes innecesarios: Se debe evitar
hacer ademanes que no tengan nada que ver con la narración.
- Buena memoria: Es
necesario que el narrador posea buena memoria, ya que esto le permitirá
recordar, recrear y repetir el cuento, junto con las onomatopeyas, estribillos
o canciones que se hayan incluido en el mismo (Paztoriza de Etchebarne, 1975,
pp. 31-36).
6- TIPOS DE NARRACIONES LITERARIAS
Los tres tipos de transmisión
literaria que vamos a ver aquí, son los claves. No quiere decir que no haya más
versiones.
- Cuentacuentos: Consiste en
contar una historia sin apoyo visual (sin imágenes). En algunos, se utilizan
marionetas como si fuese un personaje de aula. A veces, uno mismo se puede
convertir en un personaje. La función esta en imaginar el contenido. De todas
las estrategias la es la que más favorece el desarrollo de la imaginación y la
creatividad. Sólo por medio de las palabras, puedes transmitir historias e
intentar que los niños imaginen.
- Narración con libro: Lo podríamos
definir, en realidad, como cuentacuentos con apoyo visual. Nosotros lo contamos
con nuestras palabras pero les enseñamos los dibujos. Esto no quiere decir que
no utilicen la imaginación porque, realmente, los dibujos no representan todo
lo que pasa. La idea de este tipo de narración está en que les enseñamos la
narración en imágenes, es decir, le damos coherencia por medio de la imagen. Es
más, casi se podría decir que le narramos las imágenes y éstas apoyan nuestra
historia. Se pueden usar marionetas pero de forma que se cuente el cuento
porque, en el momento que lo escenifique, pasa a ser un teatro (la base del
teatro, es que los actores representan a los personajes). Principalmente, no
debe haber diálogo, tiene que ser una narración. El apoyo en las imágenes
refuerza la atención del niño y ayuda a recordar el cuento. Esta estrategia es
la que más vamos a emplear en primer ciclo porque, a esta edad, si la historia
es un poco larga se descentran enseguida. Es un momento en el que les viene muy
bien experimentar con los sentidos.
- Lectura: Significa (lo
que su propio nombre indica literalmente) leer. Tenemos que leer de forma
expresiva, despacio y pensando que les va a servir como modelo lector. Es más
propia del segundo ciclo que del primero. En la lectura, se enseñan los dibujos
después. Cambiar las voces delos personajes no es recomendable porque estamos
sirviendo de modelo a los niños, para incentivarlos a la lectura y, cuando
ellos aprendan a leer, no van a tener la oportunidad de cambiarlas. Se pueden
cambiar si se quiere pero no hay nada que demuestre que el niño entienda mejor
el cuento. Además, hay que tener la capacidad de recordar todas las voces que
se han empleado para cada personaje.
CUENTOS PARA PROYECTAR
CUENTOS PARA PROYECTAR
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